Zapopan, Jalisco – 11 de abril de 2025. Dos integrantes del Ejército Mexicano perdieron la vida este jueves luego de que una aeronave de entrenamiento perteneciente a la Escuela Militar de Aviación sufriera un accidente en el estado de Jalisco, al occidente del país.
De acuerdo con información oficial emitida por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el siniestro ocurrió poco después del despegue de un avión G-120, desde la Base Aérea Militar No. 5, ubicada en el municipio de Zapopan. Aunque la dependencia no ofreció mayores detalles sobre las causas del accidente, confirmó que ambos ocupantes de la aeronave fallecieron en el lugar.
Ante este lamentable hecho, la Sedena activó los protocolos correspondientes e informó que la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes Aéreos de la Defensa Nacional, junto con la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea, ya han iniciado los trabajos para esclarecer lo sucedido.
Este tipo de aeronaves, modelo G-120, son utilizadas comúnmente por la Escuela Militar de Aviación para la formación básica de pilotos, siendo clave en la preparación del personal aéreo de las Fuerzas Armadas.
El suceso ha generado conmoción en el ámbito castrense y entre la población local, al tratarse de un evento trágico ocurrido durante una maniobra rutinaria.
Cabe recordar que este no es el primer incidente aéreo registrado por autoridades militares en México. En julio de 2022, un helicóptero tipo Black Hawk de la Marina Armada se desplomó en el estado de Sinaloa durante una operación de alto perfil. En ese entonces, fallecieron 14 marinos tras participar en la captura del narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien posteriormente fue extraditado a los Estados Unidos junto con otros miembros de organizaciones criminales.
Las autoridades reiteraron su compromiso con la transparencia en el proceso de investigación y aseguraron que brindarán el apoyo necesario a las familias de los elementos caídos en cumplimiento de su deber.
Como piloto militar retirado, estas noticias siempre golpean fuerte. Cada vuelo, incluso de entrenamiento, implica riesgos reales. Conozco de primera mano el compromiso, la disciplina y el valor que implica vestir el uniforme y volar una aeronave bajo los estándares de la milicia. Perder a dos compañeros en un accidente como este es una tragedia profunda, no solo para sus familias, sino para toda la comunidad militar. Confío en que la investigación esclarecerá las causas, y que se tomarán las medidas necesarias para prevenir que algo así vuelva a ocurrir. Mi respeto y solidaridad para sus seres queridos y sus compañeros en activo. Vuelen alto, camaradas.